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CONOCIENDO LA DOCTRINA BÍBLICA

 

b) El arrepentimiento, la fe, la conversión y el nuevo nacimiento

 

Para producirse el nacimiento de un cristiano, tiene que responder éste ante la llamada del Evangelio, con arrepentimiento y fe. Tiene que convertirse y nacer de nuevo. Explicamos a continuación cada uno de estos conceptos:

 

Arrepentimiento

Es un cambio de parecer. Un repudio del pecado para buscar a Dios, o dicho de otro modo: Un reconocimiento de nuestro pecado, con la súplica de perdón a Dios.

 

“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30).

 

“Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente” (Lucas 15:10).

 

Fe

Confianza. Depositando nuestra total confianza en Cristo y su Obra.

 

“Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree” (Hechos 13:18-19).

 

“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).

 

“De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre” (Hechos 10:43).

 

De este modo se produce la conversión.

 

Conversión

Volverse a. Cambiar de dirección. De una vida de espaldas a Dios, a ir en busca suya. Dar un giro de 180 grados.

 

“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19).

 

“Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor” (Hechos 11:20-21).

 

Cuando esto se produce, tiene lugar el nuevo nacimiento.

 

Nuevo nacimiento

Nacer otra vez.

 

“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo” (Tito 3:5).

 

Nacer de Dios:

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:12-13).

 

Nacer del Espíritu:

“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5).

 

Nacer de nuevo

 

El cristiano es nacido de Dios y tiene a Dios por Padre. Hemos sido adoptados por hijos. El Espíritu Santo ha pasado a morar en nosotros y nos va transformando en nuevas criaturas, para la gloria de Dios. Por tanto el cristiano es Templo del Espíritu Santo.

 

“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria” (Efesios 1: 13-14).

 

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2ª Corintios 5:17).

 

“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es” (1ª Corintios 3:16-17).

 

Somos hijos de Dios y podemos descansar en Él.

 

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"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre,

Para que seamos llamados hijos de Dios"

1a Juan 3:1.

 

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