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CONOCIENDO LA DOCTRINA BÍBLICA

 

FUTURO DEL CRISTIANO

 

b) La Segunda Venida de Cristo:

 

EL MILENIO

 

El Señor Jesucristo vino la primera vez a la tierra en humildad, para morir en una cruz por el pecado del hombre. La segunda vez vendrá en gloria, y vendrá para reinar.

Todos los reinos de este mundo, que un día el Usurpador (Satanás) quiso ofrecer a Jesús a cambio de que le adorara, oferta que Jesús rechazó (Mateo 4:8-10). Reinos que han estado gobernados y controlados por el príncipe de este mundo, o sea, Satanás (Juan 14:30), y sobre todo, y de manera descarada en estos últimos siete años, a través del Anticristo. Todos los reinos le van a ser quitados al Anticristo, y van a ser de Dios y de su Cristo (Ungido).

 

(Apocalipsis 11:15)

“… Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo…”.

 

(Salmo 2:6-12)

“Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte… te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra…”.

 

(Daniel 7:26-27)

“Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio (al Anticristo)… y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos… sea dado al pueblo de los santos del Altísimo…”.

 

Cristo será Rey de reyes y Señor de señores. Tendrá el reino de David, “su padre”, y reinará en la casa de Jacob (Israel), y su reino no tendrá fin (Lucas 1:31-33).

 

Su trono estará en Jerusalén (Mateo 5:35). La ciudad del Gran Rey, pero su reino y su dominio será universal. Jerusalén será entonces la capital del mundo (Miqueas 4:2).

 

Tenemos instaurado el reino literal de Dios en la tierra. En este tiempo será hecha la voluntad de Dios en la tierra, como es hecha ahora en el Cielo.

 

LA VIDA EN EL MILENIO

 

Será mucho hermosa de lo que podemos imaginar, en todos los aspectos, pero solo nos fijaremos, muy por encima, en tres de ellos: Económico, social y ético.

 

EL ASPECTO ECONÓMICO

 

Habrá verdadera prosperidad, pero no ociosidad. Igualdad pero con derecho de propiedad. Labor con gozo y éxito, y no con fatiga y fracaso.

No habrá huelgas, ni persona sin trabajo, ni pleitos, ya que la justicia absoluta, en todo el ámbito de la vida, proporcionará paz y prosperidad.

 

(Isaías 4:2) “... el fruto de la tierra para grandeza y honra...”.

 

(Isaías 35:1-2, 7) “… hermosura...”.

 

(Isaías 65:21-25) “… disfrutarán la obra de sus manos…”.

 

(Ezequiel 34:22-31) “... daré bendición...”.

 

(Ezequiel 36:29-30) “… Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles...”.

 

Varias cosas contribuirán a la prosperidad:

 

Los enormes gastos que se invierten en armamento; como no habrá guerras, serán invertidos para el bienestar económico. Dice en (Miqueas 4:1-4): “... martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces...”.

Lo que los hombres gasta en vicios.

El mantenimiento de cárceles, etc.

Los grandes conflictos y las plagas de los últimos días, antes de la Venida del Señor, habrán dejado el mundo con pocos habitantes.

 

Si a todo esto le sumamos la gran abundancia que la tierra producirá, el hambre ha de quedar del todo olvidada, y el bienestar será grande.

 

EL ASPECTO SOCIAL

 

El ambiente será muy favorable a la moralidad y a la fe en el Señor.

La opresión dejará de ser.

La educación y el conocimiento estarán en un nivel altísimo.

 

(Isaías 11:9) “… la tierra será llena del conocimiento de Jehová…”.

 

(Isaías 29:18-24) “… Los extraviados de espíritu aprenderán inteligencia…”.

 

(Isaías 54:13) “… serán enseñados por Jehová…”.

 

(Zacarías 14:9, 16) Todos los pueblos adorarán a Dios. Habrá goce y disfrute de las bendiciones de Dios:

 

(Miqueas 4:4) “… se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera…”.

 

(Zacarías 3:10) “… cada uno… convidará a su compañero, debajo de su vid y debajo de su higuera”.

 

EL ASPECTO ÉTICO

 

No habrá:

Robos.

Crueldades.

Mentiras.

Injusticias a los pobres.

Injusticias a las viudas.

Injusticias a los huérfanos.

 

No estará presente la inseguridad ciudadana, sino que habrá verdadera confianza en general.

 

(Salmo 72:4, 12-14) “… librará al menesteroso… Tendrá misericordia del pobre…”.

 

(Isaías 11:4-5) “... juzgará con justicia a los pobres...”.

 

(Isaías 9:7) “…en juicio y en justicia…”.

 

(Isaías 32:1-2) “… para justicia reinará un Rey...”.

 

(Jeremías 23:5-6) “…hará juicio y justicia en la tierra…”.

 

(Ezequiel 34:22-31) “…habitarán con seguridad...”.

 

LA TIERRA COMO UN EDÉN

 

La creación entera está afectada por la caída del hombre. La misma naturaleza será liberada de la esclavitud (Romanos 8:18-23).

Los montes, la vegetación, etc. (Isaías 55:13).

Los animales no dañaran al hombre:

 

(Oseas 2:18) “En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra...”.

 

(Isaías 11:6-10) “… no harán mal ni dañarán…”.

 

(Isaías 51:3-5) “...cambiará su desierto en paraíso...”.

      

PAZ Y BIENESTAR

 

La paz y el bienestar es lo que va a caracterizar el reinado de Cristo.

 

(Isaías 2:4) “... no alzará espada nación contra nación...”.

 

(Miqueas 4:3-4) “... ni se ensayarán más para la guerra...”.

 

Hay dos factores claves que van a influir grandemente para que toda esta maravilla se produzca:

 

1) Satanás no tiene acceso al hombre:

 

Satanás estará atado (Apocalipsis 20:1-3). No habiendo la tentación, se facilita mucho el buen comportamiento de los hombres.

Una prueba de que lo que acabamos de decir es importante, la tenemos en el hecho de que cuando los mil años acaben, y Satanás vuelva a tener acceso al hombre para tentarle, los hombres se volverán en contra de Dios.

 

2) Jesucristo es el Juez justo y perfecto:

 

No será difícil someterse a su reinado, teniendo en cuenta su bondad y su justicia.

Las naciones que estén en el Milenio se someterán con agrado al reinado del Rey Mesías.

 

¿QUIÉNES VAN A REINAR?

 

Jesucristo será el Rey.

La Iglesia como Esposa, reinaremos con Él. (Apocalipsis 5:10).

Los Doce Apóstoles van a juzgar a las doce tribus de Israel:

 

(Mateo 19:28) “… os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel”.

 

(Lucas 22:29-30) “… os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel”.

 

El pueblo de Israel frente a las demás naciones.

 

(Daniel 7:27) “… el reino y el dominio… sea dado a los santos del Altísimo…”.

 

LA ANTESALA DE LA ETERNIDAD

 

El Milenio es considerado como la antesala de la eternidad.

Jesucristo será Rey eternamente, pero el Milenio es temporal, y cuando éste termine, Satanás será desatado y suelto de prisión. Tendrá de nuevo acceso a los hombres, y muchos se dejarán llevar por la tentación, y se prepararán para ir en contra de Cristo y de los santos en Jerusalén. Prepararán una batalla que no llegará a realizarse, ya que Dios actuará en juicio, y fuego del Cielo les consumirá.

 

DESTRUCCIÓN Y JUICIO

 

Después de haber disfrutado mil años del gobierno de Cristo, con este maravilloso reinado de paz y seguridad. Cuando los mil años se cumplan, Satanás será desatado, pero solo por un poco de tiempo, y dice la Escritura que saldrá para engañar a las naciones, y éstas se dejarán llevar por sus engaños, y se prepararán para luchar en contra de Jerusalén, en contra de Cristo y de los santos (Apocalipsis 20:7-10).

 

Satanás suelto (v. 7)

 

Satanás aprovecha para desarrollar su labor maléfica.

Ha estado mil años sin poder actuar. Después de tanto tiempo sin desarrollar su actividad, con cuanto afán y diligencia no saldrá para realizar su labor. Además, es muy probable que presienta que le queda poco tiempo (Apocalipsis 20:3).

 

Saldrá a engañar (v. 8)

 

El engaño constituye su oficio de siempre, y durante mil años no ha podido ejercerlo.

Satanás es padre de mentira (Juan 8:44). La mentira y el engaño son lo suyo.

Saldrá a engañar a las naciones de los cuatro ángulos de la tierra (de los cuatro puntos cardinales).

Habían estado mil años disfrutando de las bendiciones del Reino, pero ahora, el hombre no regenerado, o sea, el no nacido de nuevo, el no creyente, al tener la mínima posibilidad, sigue la tentación de Satanás, y se manifiesta abiertamente contra Dios y contra sus santos.

Sin duda Satanás estará ignorando que esto le acarreará, más pronto de lo que cree, su propia destrucción.

 

Los reúne para la batalla (v. 8)

 

Se creen muy fuertes siguiendo a Satanás.

Vendrían preparando un ataque por sorpresa, y la sorpresa se la llevarán ellos.

Satanás se había encargado de reunir una gran cantidad de seguidores.

 

Fuego del Cielo los destruye (v. 9)

 

Una batalla que no llegará a realizarse.

Dios se encarga de poner fin a aquella situación mandando fuego del Cielo que los consume.

Éste es el momento de la destrucción del mundo por el fuego.

 

(Mateo 24:35) “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”.

 

(2ª Pedro 3:10-12) “... los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!”.

 

(Malaquías 4:1) “... he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará...”.

 

(Isaías 51:6) “... los cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá… y de la misma manera perecerán sus moradores...”.

 

(Isaías 24:19) “Será quebrantada del todo la tierra, enteramente desmenuzada… en gran manera… conmovida”.

 

(Isaías 34:4) “…el ejército de los cielos se disolverá...”.

 

(Hebreos 1:10-12) “… fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán… los envolverás y serán mudados”.

 

(Salmo 102:26-27) “… ellos perecerán…”.

 

Todos los no creyentes morirán destruidos por el fuego.

 

Satanás lanzado al lago de fuego (v. 10)

 

Por fin a Satanás se le han acabado todas las oportunidades, le queda solo su destino eterno, que será el lago de fuego preparado para él y sus ángeles (Mateo 25:41). Allí será atormentado día y noche, por siempre.

La tierra ha sido quemada, con sus elementos deshechos, y a Juan se le permite ver, suspendido en el espacio, un Gran Trono Blanco.

 

JUICIO DEL GRAN TRONO BLANCO

 

En estos momentos aparece un trono, un Juez, unos que serán juzgados, unos libros y un destino.

 

(Apocalipsis 20:11-15)

 

 “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.

      

Un Trono (v. 11)

Se dice de él, que era “Grande” y “Blanco”. La grandeza nos habla de la Majestad del Juez, y la blancura, de Su Santidad.

 

Un Juez (v. 11)

El Juez, sin ninguna duda es el Señor Jesucristo, ya que Él es el encargado por el Padre de ejercer juicio.

“Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo… le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre” (Juan 5:22, 27).

 

(Hechos 17:31) “... juzgará al mundo con justicia, por aquel Varón a quien designó...”.

 

(Hechos 10:42) “... Él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos”.

 

Unos que serán juzgados (v. 12)

Los que serán juzgados son los muertos grandes y pequeños. Todos los muertos que no ha creído en Cristo, de todos los tiempos van a estar de pie.

Es interesante notar lo que dice: “... y el mar entregó los muertos... y la muerte y el Hades entregaron los muertos...”.

O sea, tanto los cuerpos que podían estar en el mar como en los sepulcros fueron entregados, al igual que las almas y espíritus que estaban en el Hades, también fueron entregados. Así, al unirse las almas y los espíritus con los cuerpos, tiene lugar la segunda resurrección como ya se comentó en su momento.

La primera resurrección correspondía a los creyentes, y era resurrección para vida. Esta segunda corresponde a los no creyentes, y es para condenación.

 

(Daniel 12:2) “... y otros para vergüenza y confusión perpetua”.

 

(Juan 5:29) “… los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”.

 

(Hechos 24:15) “...resurrección de muertos, así de justos como de injustos”.

 

Unos libros (v. 12)

Contienen probablemente las leyes de Dios, la Palabra de Dios, la base para ser juzgados.

 

(Juan 12:48) “… la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero”.

 

Aparece también otro libro, y se dice que es el libro de la vida del Cordero. Este libro contiene los nombres de los salvos, los creyentes.

 

(Lucas 10:20) “... regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”.

 

(Apocalipsis 13:8) “... cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero...”.

 

(Apocalipsis 20:15) “… el que no se halló inscrito en el libro de la vida...”.

 

(Apocalipsis 21:27) “No entrará… sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero”.

 

Un destino (v. 15)

Todos los que se presentan a este juicio van a ser juzgados por las obras. Puesto que no tienen a Cristo como Salvador, van a tener que enfrentarse ante el Juez, y van a ser juzgados por sus obras.

Como nunca ha habido una sola persona que haya cumplido la ley de Dios a la perfección, exceptuando el Señor Jesucristo, todos serán condenados.

 

(1º Reyes 8:46) “Si pecaren contra ti (porque no hay hombre que no peque)...”.

 

(Eclesiastés 7:20) “… no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque”.

 

(Romanos 3:23) “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”.

 

Todos serán declarados culpables, y tendrán que reconocer que la sentencia es justa.

 

(Romanos 3:20) “... ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él...”.

 

(Romanos 3:19) “… para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios”.

 

Tendrán que doblar sus rodillas ante el Juez de toda la tierra.

 

(Filipenses 2:9-11) “… para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra...”.

 

Todos van a ser condenados, aunque con diferentes grados de condenación, pero, todos condenados.

Sus nombres no van a figurar en el libro de la vida del Cordero (donde están escritos los nombres de los salvos), por lo tanto serán lanzados al lago de fuego.

 

(Apocalipsis 20:15) “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.

 

(Apocalipsis 20:14) “... lanzado al lago de fuego. Esta es la muerte segunda”.

 

(Apocalipsis 21:8) “… tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.

 

Notemos que todos los que comparecen ante este juicio son condenados. No se trata de decidir quién se salva y quien se condena. Se trata de hacer patente su condenación.

Ningún creyente pasará por este juicio, ya que ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús (Romanos 8:1) y (Juan 5:24).

 

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"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre,

Para que seamos llamados hijos de Dios"

1a Juan 3:1.

 

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