CONOCIENDO LA DOCTRINA BÍBLICA
d) La Obra de Cristo y el plan de Dios
Dios tenía un plan, y este plan se ha ido llevando a la práctica. A Dios no le “pescó” por sorpresa la caída del hombre, sino que ya desde antes de la fundación del mundo había planeado el plan se salvación, habiéndolo prometido inmediatamente después de la caída:
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” (Génesis 3:15).
Pero planeado ya desde antes de la fundación del mundo:
“a éste (Jesús), entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole” (Hechos 2:23).
“sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros” (1ª Pedro 1:18-20).
“Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo” (Apocalipsis 13:8).
Dios lo ha ido mostrando a través de los tiempos, con las victimas de animales que tenían que morir por el pecado del hombre, todos ellos eran tipo del Señor Jesucristo, la Victima inocente, sustitutoria, que moriría en la cruz en lugar del pecador. Al llegar el momento oportuno, cuando se cumple la hora en el reloj de Dios, Cristo aparece, nace de una virgen, crece, llega a la edad madura, vive una vida sin pecado, y la ofrece en expiación por el pecado en la cruz.
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley” (Gálatas 4:4)
“Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores” (Mateo 26:45).
“Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado” (Juan 12:23).
“Con todo eso, Dios quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Dios será en su mano prosperada” (Isaías 53:10).
Así Dios soluciona el problema del pecado del hombre. Allí moría el Justo (Cristo) por los injustos (nosotros) para llevarnos a Dios. “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu” (1ª Pedro 3:18).
***
|
"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre,
Para que seamos llamados hijos de Dios"
1a Juan 3:1.
Reservados todos los derechos |