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CONOCIENDO LA DOCTRINA BÍBLICA

 

b) 2.En torno a Dios

 

LA TRINIDAD

 

Vamos a considerar a Aquél que es Infinito, y lógicamente nosotros, con nuestras mentes finitas, nos es imposible captar todo de Él. Solo podemos llegar hasta donde Él se ha revelado.

Al entrar pues, en este apartado, nos encontramos insuficientes, pero esto nos maravilla, viendo en ello la grandeza de nuestro Dios. Sería un Dios muy pequeño si pudiéramos conocer todo de Él y casi controlar sus pasos. Sin embargo, Dios aún siendo tan grande, se ha revelado para que podamos conocer de Él, todo lo que Él ha tenido a bien revelarnos.

Así, pues, vamos a entrar, con su ayuda, a este tema tan importante como es la Trinidad.

Vamos a considerar primero el significado del concepto; pasando después a ver la Trinidad en el Antiguo Testamento, y después en la revelación total, o sea, Antiguo y Nuevo Testamento, observando una serie de versículos que hacen pensar.

 

Significado del concepto “Trinidad”

 

Se nos acusa de que la palabra “Trinidad” no está en la Biblia, y debemos de decir que si bien no se encuentra esta palabra, si que se encuentra la doctrina en cuestión, por evidencias clarísimas en las Escrituras, que van aumentando progresivamente, primero quizá un tanto velada en el Antiguo Testamento, pero luego de forma inequívoca en el Nuevo Testamento. Pero, ¿qué queremos decir con la palabra Trinidad?

Con la palabra Trinidad queremos decir: 3 en 1, o sea: Tri-unidad (3 en 1 y 1 en 3).

Queremos decir que tres Personas son un solo Dios, y que Dios existe en tres Personas. Cada una de ellas son Dios, pero no son tres dioses.

Hay algunos ejemplos que pueden ayudarnos a comprenderlo, pero, como siempre, las ilustraciones se quedan cortas:

 

El árbol. La raíz, el tronco, y las ramas, no son tres árboles. Mientras que, la raíz es árbol, el tronco es árbol y las ramas son árbol.

 

El agua. El hielo, el agua y el vapor. El agua en su estado sólido, líquido y gaseoso. Tres cosas distintas de una misma sustancia.

 

Así veremos que el Padre no es el Hijo, el Hijo no es el Padre, el Padre no es el Espíritu, el Espíritu no es el Padre, el Espíritu no es el Hijo, el Hijo no es el Espíritu.

 

Mientras que: El Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu es Dios.

El Dios que encontramos en la Biblia es un Dios que existe en tres Personas.

 

LA TRINIDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

 

Destacaremos tres puntos: 1) Unidad en Dios. 2) Pluralidad en Dios. 3) Trinidad en Dios.

 

1) UNIDAD EN DIOS

 

El hecho de que Dios es uno, es algo que abunda en toda la Biblia.

Veamos algunos versículos:

No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3).

“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” (Deuteronomio 6:4).

“Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí” (Isaías 43:10)

“Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios” (Isaías 44:6).

      

2) PLURALIDAD EN DIOS

 

Vemos pluralidad en su nombre, y también en su lenguaje:

 

En su nombre:

“Elohim” es la palabra que tenemos traducida por Dios en nuestras Biblias, en (Génesis 1:1); sin embargo esta palabra hebrea es plural, seguida de un verbo en singular. O sea, que literalmente sería: “En el principio Dioses creó el cielo y la tierra”.

 

En su lenguaje. Varias veces aparece el plural en relación con Dios.

 

(Génesis 1:26) Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree...”

(Génesis 3:22) “Y dijo Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros...”.

(Génesis 11:7) (Y dijo Jehová) ... “Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua...”.

 

3) TRINIDAD EN DIOS

 

Poco a poco en esta pluralidad en un solo Dios, se van perfilando las tres Personas divinas.

En el (Salmo 2) se distingue el Padre y el Hijo:

 

(v. 2) “... contra Jehová y contra su Ungido...”

(v. 6) “... yo he puesto mi Rey...”

(v. 7) “... Jehová ha dicho...”

(v. 11) “... Servid a Jehová...”

(v. 12) “... Honrad al Hijo...”

 

Se habla del Hijo también en:

 

(Isaías 7:14) “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”.

 

(Isaías 9:6) “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.

 

Se habla del Espíritu como alguien distinto al Padre:

 

(Salmo 104:30) “Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz de la tierra”.

 

(Nehemías 9:20) “Y enviaste tu buen Espíritu para enseñarles...”.

 

Vemos también a las tres Personas:

 

En (Isaías 6:1-10).

(v. 1) “... vi al Señor...”

(v. 3) “Los serafines decían: Santo, Santo, Santo...”

(v. 8) “... quién irá por nosotros?”.

 

En (Juan 12:37-43).

(v. 41) Según el contexto: “Isaías vio la gloria del Hijo”.

 

En (Hechos 28:25) Se nos dice que: “El Espíritu Santo habló”.

 

Es interesante también la bendición de Jacob en:

(Génesis 48:15-16) El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que soy hasta este día, el Ángel que me libera de todo mal…”

 

¿Qué diremos también del detalle de la teofonía en el encinar de Mamre?

 

(Génesis 18:1-15)

(v. 1 y 2) A Abraham se le aparece Jehová y ve tres varones.

(v. 3) Abraham les habla en singular.

(v. 4-5) Sin saber porque cambia en plural.

(v. 9) “y le dijeron” (más de uno).

(v. 10) “De cierto volveré” (singular).

 

David deja entrever tres Personas en Dios; tal y como dice en:

 

(2º Samuel 23:2-3) El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua. El Dios de Israel ha dicho, me habló la Roca de Israel:…”

 

También Isaías dice cosas interesantes al respecto en:

 

(Isaías 48:16) “Acercaos a mí, oís esto: desde el principio no hable en secreto; desde que esto se hizo, allí estaba yo; y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu”.

 

(Isaías 63:8-10) “Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el Ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad. Más ellos fueron rebeldes, he hicieron enojar su Santo Espíritu;…”

 

LA TRINIDAD EN LA REVELACIÓN TOTAL

 

Veremos aquí cinco puntos importantes:

1) Mención de las tres Personas de la Trinidad juntas.

2) Nombres de Dios para las tres Personas.

3) Atributos de Dios para las tres Personas.

4) Obras de Dios para las tres Personas.

5) Versículos que hacen pensar.

 

1) MENCIÓN DE LAS TRES PERSONAS DE LA TRINIDAD JUNTAS

 

(Mateo 28:19) “... bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

 

(Es interesante notar que dice en el nombre, y no en los nombres; y el nombre es: del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo).

 

(En la Encarnación)

(Lucas 1:35) “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”.

 

(En el bautismo de Jesús)

(Marcos 1:9-11) “Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre Él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia”.

 

(La llamada bendición apostólica)

(2ª Corintios 13:14) “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén”.

Invocación de las tres Personas.

 

(Actividad en la Iglesia)

(1ª Corintios 12:4-6) “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo”.

Un Espíritu que capacita. Un Señor que da ministerios. Un Dios que obra en todos.

 

(En la santificación)

(1ª Pedro 1:2) “Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas”.

Elegidos por el Padre. Santificados por el Espíritu. Limpios por la sangre de Cristo.

 

       (La promesa del Espíritu)

       (Juan 14:16) “Y Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre”.

 

2) NOMBRES DE DIOS PARA LAS TRES PERSONAS

 

Al Padre se le llama Dios:

 

De hecho no hace falta para ello buscar citas, ya que en muchos lugares se menciona a Dios como Padre. Una muestra:

(2ª Corintios 1:3) “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación”.

 

Al Hijo también se le llama Dios:

      

(El apóstol Juan le llama Dios)

 

(Juan 1:1) “... el Verbo era Dios”.

(1ª Juan 5:20) “... Éste es el verdadero Dios, y la vida eterna”.

 

(Pablo le llama Dios)

 

(Romanos 9:5) “... el cual es Dios sobre todas las cosas...”.

(Tito 2:13) “... nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”.

 

(Tomás le llama Dios)

 

(Juan 20:28) “Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío!”.

 

(El autor de la carta a los Hebreos también le llama Dios)

 

(Hebreos 1:8) “Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo”.

 

Al Espíritu Santo se le llama Dios:

 

(Hechos 5:3-4) “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios”.

 

(2ª Corintios 3:17) “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”.

 

 

3) ATRIBUTOS DE DIOS PARA LAS TRES PERSONAS

 

ETERNIDAD

PADRE (Salmo 90:2).

HIJO (Apocalipsis 1:8,17) (Miqueas 5:2) (Juan 1:1-2).

ESPÍRITU (Hebreos 9:14).

 

OMNISCIENCIA

PADRE (Jeremías 17:10).

HIJO (Apocalipsis 2:23) (Juan 21:17).

ESPÍRITU (1ª Corintios 2:10-11).

 

OMNIPRESENCIA

PADRE (Jeremías 23:24).

HIJO (Mateo 18:20) (Efesios 1:23).

ESPÍRITU (Salmo 139:7).

 

OMNIPOTENCIA

PADRE (Génesis 17:1).

HIJO (Hebreos 1:3) (Apocalipsis 1:8) (Filipenses 3:21).

ESPÍRITU (Romanos 15:19).

 

SANTIDAD

PADRE (Apocalipsis 15:4).

HIJO (Hechos 3:14).

ESPÍRITU (1ª Juan 2:20).

 

VERDADERO

PADRE (Juan 7:28).

HIJO (Apocalipsis 3:7).

ESPÍRITU (1ª Juan 5:6).

 

COMUNIÓN

PADRE (1ª Juan 1:3).

HIJO (1ª Juan 1:3).

ESPÍRITU (2ª Corintios 13:14).

 

FUENTE DE VIDA ETERNA

PADRE (Romanos 6:23).

HIJO (Juan 10:28).

ESPÍRITU (Gálatas 6:8)

 

4) OBRAS DE DIOS PARA LAS TRES PERSONAS

 

CREACIÓN DEL UNIVERSO

PADRE (Salmo 102:25).

HIJO (Colosenses 1:16).

ESPÍRITU (Génesis 1:2) (Job 26:13).

 

CREACIÓN DEL HOMBRE

PADRE (Génesis 2:7).

HIJO (Colosenses 1:16).

ESPÍRITU (Job 33:4).

 

RESURRECCIÓN DE LA HUMANIDAD

PADRE (Juan 5:21).

HIJO (Juan 5:21).

ESPÍRITU (Romanos 8:11).

 

DIOS RESIDIENDO EN NOSOTROS

PADRE ((Juan 14:23).

HIJO (Juan 14:23).

ESPÍRITU (1ª Corintios 6:19).

 

También lo indica la preposición (en)

PADRE (Efesios 4:6).

HIJO (Colosenses 1:27).

ESPÍRITU (Juan 14:17).

 

EN NUESTRA SANTIFICACIÓN

PADRE (Judas 1).

HIJO (Hebreos 2:11).

ESPÍRITU (1ª Pedro 1:2) (1ª Corintios 6:11).

 

5) VERSÍCULOS QUE HACEN PENSAR

 

Si nos vamos a Apocalipsis, capítulos 2 y 3, en las cartas dirigidas a las siete iglesias de Asía, nos encontramos con lo siguiente: Según el encabezamiento está hablando el Hijo. Según el final estaba hablando el Espíritu.

 

(Apoc. 2:1) el Hijo - (Apoc. 2:7) el Espíritu.

 

(Apoc. 2:8) el Hijo - (Apoc. 2:11) el Espíritu.

 

(Apoc. 2:12) el Hijo - (Apoc. 2:17) el Espíritu.

 

(Apoc. 2:18) el Hijo - (Apoc. 2:29) el Espíritu.

 

(Apoc. 3:1) el Hijo - (Apoc. 3:6) el Espíritu.

 

(Apoc. 3:7) el Hijo - (Apoc. 3:13) el Espíritu.

 

(Apoc. 3:14) el Hijo - (Apoc. 3:22) el Espíritu.

 

El Espíritu Santo procede del Padre y es enviado por el Padre:

(Juan 14:16) (Juan 14:26).

 

Pero también vemos que es enviado por el Hijo:

(Juan 16:7) (Juan 15:26).

 

El Hijo procede del Padre y del Espíritu:

(Lucas 1:35)

“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”.

 

El Espíritu del Padre y el Hijo son una misma cosa:

(Romanos 8:9)

“Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”.

 

El Padre glorifica al Hijo, el Hijo glorifica al Padre, y el Espíritu Santo glorifica al Padre y al Hijo:

(Juan 17:28)

“Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez”.

 

(Juan 17:1, 4)

“... glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a Ti”.

 

(Juan 13:31)

“... Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en Él”.

 

(Juan 13:13-15)

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad,... El me glorificará;... Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”.

 

Los creyentes somos para la alabanza de la gloria de Dios:

Y tanto lo somos para la del Padre, como para la del Hijo, como para la del Espíritu Santo:

 

(Efesios 1:1-14)

(v. 6) Para la del Padre.

(v. 12) Para la del Hijo.

(v. 14) Para la del Espíritu.

 

Recibir el Espíritu Santo es recibir al Hijo, y recibir el Hijo equivale a recibir al Padre:

(Juan 13:20)

“De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió”.

 

(Juan 14:23)

“...El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”.

 

 

CONCLUSIÓN

 

Después de haber estado recorriendo la Palabra de Dios, llegamos a esta conclusión: Dios es Uno y Trino a la vez.

Tres Personas distintas en una misma sustancia.

Tres Personas distintas en un solo Dios.

 

El Padre proyecta el plan de Salvación.

El Hijo lo lleva a cabo en la cruz.

El Espíritu Santo la aplica a nuestros corazones.

 

El Padre envía al Hijo (Juan 3:16).

El Hijo muere en la cruz (Romanos 5:6).

El Espíritu Santo regenera (Tito 3:5).

      

De todas formas hay algo que tiene que quedarnos muy claro: No debemos confundir a las tres Personas.

Hemos de orar al Padre, en nombre del Hijo, en el poder del Espíritu (Juan 14:13) (Juan 16:23-24) (Judas 1:20) (Efesios 6:18).

 

No podemos orar al Padre y decirle: “Gracias porque moriste por mí en la cruz” (Ya que el Padre no murió en la cruz). Debemos decir: “Gracias porque el Señor Jesús murió por mí en la cruz”.

Igualmente incorrecto sería decir: “Gracias Jesús porque moriste por mí en la cruz (y terminar la oración) en el nombre de Jesús” (esto es una incoherencia). Dios ha establecido un orden.

Esto no quita que en algún caso aislado nos dirijamos a Jesús o al Espíritu para algo concreto, pero no debe ser la norma, sino la excepción. Es así como lo vemos en el Nuevo Testamento. Todas las oraciones que encontramos registradas van dirigidas al Padre, pero vemos la excepción, en el martirio de Esteban. (Hechos 7:59).

Concluimos, pues: Oramos al Padre, en el nombre del Hijo y en el poder del Espíritu. Es como si fuera Cristo el que orara y además el Espíritu se encarga de transformar nuestras torpes palabras (Romanos 8:26-27).

 

DEIDAD DE JESUCRISTO

 

A continuación vamos a fijarnos en la deidad de Jesucristo; donde veremos evidencias clarísimas de que Jesucristo es Dios.

La Biblia presenta a Jesucristo como Hijo del Hombre y como Hijo de Dios, o sea, como humano y como divino, lo que conocemos como sus dos naturalezas: Es Dios y Hombre a la vez. Él, como Dios, existía desde la eternidad, pero en un momento dado se humanó.

 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).

 

Vamos a considerar los siguientes puntos:

1) SU PREEXISTENCIA.

2) PROFETIZADO COMO DIOS.

3) PRESENTÁNDOSE ÉL MISMO COMO TAL.

4) TENIENDO LOS ATRIBUTOS DE DIOS.

5) SIENDO LLAMADO DIOS.

6) RECIBIENDO ADORACIÓN.

7) CUMPLIENDO PASAJES ATRIBUIDOS A DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

 

1) SU PREEXISTENCIA

 

Cuando hablamos de preexistencia queremos decir que Él existía antes de su Encarnación. Ya antes de ella lo era y siguió siéndolo después, el gran Revelador del Padre (Juan 1:18).

Dice (Miqueas 5:2) “...Sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”.

Juan el Bautista diría que aunque nació después de él, era primero que él (Juan 1:15, 30).

Vino del cielo: (Juan 6:33, 38, 41, 51, 58, 62) (Juan 3:13, 31).

Había venido del Padre: (Juan 6:62) (Juan 16:28).

Fue hecho carne y habitó entre nosotros: (Juan 1: 1-2, 14).

Ya existía en forma de Dios compartiendo la gloria Padre: (Filipenses 2:6) (Juan 17:5) (Proverbios 8:22-23, 30) (Juan 17:24) Siendo la delicia del Padre.

En (Juan 8:58) Jesús dijo: “Antes que Abraham fuese yo soy”.

Miqueas dijo que, “sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”.

Estas salidas se ven expresadas de manera especial en las manifestaciones del Ángel de Jehová. Un personaje distinto a los otros ángeles, el cual se ve formando parte de la Deidad.

      

Aparece a Agar:

(Génesis 16:7-14) “... Tú eres el Dios que me ve...”.

 

Aparece a Abraham:

(Génesis 22:11-12, 14-18) “... no me rehusaste tu hijo”. Comparar con (Juan 8:56-58) Cuando Abraham le vio se alegró.

 

Aparece a Jacob:

(Génesis 31:11-13) “Me dijo el Ángel de Dios: ... Yo soy el Dios de Betel”.

(Génesis 32:24-32) “... Vi a Dios cara a cara y fue librada mi alma”.

 

Aparece a Moisés:

(Éxodo 3:2-16 y ss.) “... se le apareció el Ángel de Jehová... diles: Jehová el Dios de vuestros padres... me apareció...”.

 

Aparece a Josué:

(Josué 5:13-15) (Josué 6:2) “... postrándose sobre su rostro en tierra adoró”.

 

Aparece a Manoa:

(Jueces 13:19-22) “Conoció Manoa que era el Ángel de Jehová. Y dijo: ... moriremos, porque a Dios hemos visto”.

 

Guiando y guardando a Israel:

(Éxodo 14:19) (Éxodo 23: 20-23) “... mi nombre está en él...”.

Se le considera Dios.

Habla como Dios.

Es adorado.

 

2) PROFETIZADO COMO DIOS

 

(Isaías 7:14) “... He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”.

 

Cuando Cristo nació se cumplió esta profecía y la recoge Mateo en su Evangelio (Mateo 1:23). Recordándonos que Emanuel quiere decir: Con nosotros Dios.

 

(Jeremías 23:5-6) Dice que será su nombre: “Jehová justicia nuestra”.

 

(Isaías 9:6) Se habla de Él como: “Admirable Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”.

 

Salvador y Redentor:

Solo Jehová lo es: (Isaías 43: 10-11) (Isaías 44:6) (Isaías 45:20-22). Sin embargo Jesucristo es Salvador Y Redentor: (Mateo 1:20-21) (Juan 4:42) (1ª Juan 4:14).

 

3) PRESENTÁNDOSE ÉL MISMO COMO DIOS

 

Cuando Jesús se proclama como Hijo de Dios, se hace igual a Dios (Juan 5:17-18).

Además de esto Jesús afirmó ser igual al Padre (Juan 10:27-32).

El que ha visto a Jesús ha visto al Padre (Juan 14:8-11).

 

4) TIENE LOS ATRIBUTOS DE DIOS

 

FUENTE DE VIDA:

“En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (Juan 1:4).

Véase también (Hechos 3:15)

 

EXISTENCIA EN SÍ MISMO:

“... como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo” (Juan 5:26).

 

INMUTABILIDAD:

“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8).

 

VERDAD:

“Yo soy... la Verdad...” (Juan 14:6)  

 

AMOR:

“En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros...” (1ª Juan 3:16).

 

SANTIDAD:

“Más vosotros negasteis al Santo y al Justo y pedisteis que se os diera un homicida” (Hechos 3:14).

 

ETERNIDAD:

“Ellos perecerán, mas tú permaneces... pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán” (Hebreos 1:11-12).

 

OMNISCIENCIA:

“Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de Dios” (Juan 16:30)

“Y le respondió: Señor tú lo sabes todo, tú sabes que te amo...” (Juan 21:17).

 

OMNIPRESENCIA:

“...Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:20).

 

OMNIPOTENCIA:

“... quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder...” (Hebreos 1:3)

“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8).

 

5) ES LLAMADO DIOS

 

Juan, le llama Dios:

“... el Verbo era Dios...” (Juan 1:1).

“... Éste es el verdadero Dios...” (1ª Juan 5:20).

 

Tomás, le llama Dios:

“Señor mío y Dios mío” (Juan 20:28).

 

Pablo, le llama Dios:

“... es Dios sobre todas las cosas” (Romanos 9:5).

“... nuestro gran Dios y Salvador...” (Tito 2:13).

 

6) RECIBE ADORACIÓN

 

Es obvio que la adoración solo se debe a Dios. Ningún hombre, ni siquiera un Apóstol sería capaz de soportar que le adoraran.

(Hechos 14:8-15) “Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre”.

Véase también (Hechos 14:8-15).

 

Los ángeles tampoco quieren ser adorados.

“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios” (Apocalipsis 22:8-9).

 

Sin embargo nuestro Señor Jesucristo recibe adoración. Tengamos en cuenta que como Él mismo había dicho: Solo a Dios se debe adorar (Mateo 4:10) (Deuteronomio 6:13).

 

(Mateo 14:33) “...los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo:...eres Hijo de Dios”.

(Juan 9:37-38) “Le dijo Jesús: ... el que habla contigo, él es. Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró”.

(Mateo 28:9) “... Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron”. 

(Mateo 28:17) “...cuando le vieron, le adoraron...”.

(Lucas 24:52) “Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo”.

 

Dios el Padre ordena a los ángeles que le adoren:

(Hebreos 1:6) “...Adórenle todos los ángeles de Dios”.

 

Jesús mismo dijo:

(Juan 5:22-23) “Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”.

 

La adoración en el Cielo solo es para el Padre y el Hijo:

(Apocalipsis 5:8-14) “… Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos”.

 

7) SE CUMPLEN EN JESUCRISTO LOS PASAJES ATRIBUIDOS A DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

 

Veamos a continuación textos referentes a Jehová Dios que tienen correspondencia con Jesucristo.

 

Jehová creó todas las cosas y las creó para sí, pero Jesucristo hizo lo mismo:

 

Jehová: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).

Jesucristo: “Todas las cosas por Él fueron hechas...” (Juan 1:3).

 

Jehová: “Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo” (Proverbios 16:4).

Jesucristo: “Porque en Él fueron creadas todas las cosas... todo fue creado por medio de Él y para Él” (Colosenses 1:16).

 

Juan el Bautista tenía que preparar camino para Jehová, y preparó camino para el Señor Jesucristo:

 

Jehová: “Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios” (Isaías 40:3).

Jesucristo: “En aquellos Días vino Juan el Bautista predicando... éste es aquel de quien habló el profeta Isaías cuando dijo: Voz que clama en el desierto: Preparad camino al Señor; enderezad sus sendas” (Mateo 3:1-3).

 

Jehová: “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí” (Malaquías 3:1).

Jesucristo: “Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la presencia del Señor para preparar sus caminos” (Lucas 1:76).

 

Jehová sería traspasado, pero fue el Señor Jesucristo que lo fue:

 

Jehová: “... y mirarán a mí a quien traspasaron” (Zacarías 12:9-10).

Jesucristo: “... uno de los soldados le abrió el costado con una lanza... para que se cumpliese la Escritura... Mirarán al que traspasaron” (Juan 19:31-37).

 

Jehová es el Rey de la gloria, pero Jesucristo es el Señor de la gloria:

 

Jehová: “¿Quién es este Rey de Gloria? Jehová de los ejércitos en el Rey de la gloria” (Salmo 24:9-10).

Jesucristo: “La que ninguno de los príncipes de este mundo conoció; porque si le hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de la gloria” (1ª Corintios 2:8).

 

Jehová es el Buen Pastor, sin embargo también lo es Jesucristo:

 

Jehová: “Jehová es mi Pastor, nada me faltará” (Salmo 23:1).

Jesucristo: “Yo soy el Buen Pastor; el Buen Pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:11).

 

Jehová es la misma Vida; pero Jesucristo es la Vida y la luz:

 

Jehová: “Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz” (Salmo 36:9).

Jesucristo: “En Él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece...” (Juan 1:4-5).

 

Jehová es valorado por 30 piezas de plata, Jesucristo fue vendido por esta misma cantidad:

 

Jehová: “Y les dije: Si os parece bien, dadme el salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Y me dijo Jehová: Échalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han a preciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro” (Zacarías 11:12-13).

Jesucristo: “Y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata” (Mateo 26:15).

 

El día grande y terrible de Jehová, es el día grande y terrible del Cordero:

 

Jehová: “El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová” (Joel 2:31).

Jesucristo: “Y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros y escondednos del rostro de aquel que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; y ¿quién podrá sostenerse en pie?” (Apocalipsis 6:16-17).

 

Jehová es el primero y el postrero; pero encontramos que Jesucristo también lo es:

 

Jehová: “... Yo soy el primero y el postrero...” (Isaías 44:6).

Jesucristo: “... y diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último” (Apocalipsis 1:17).

 

Jehová vendrá para dar recompensas, pero es Jesucristo quien vendrá para recompensar:

 

Jehová: “... Jehová el Señor vendrá con poder... su recompensa viene con Él...” (Isaías 40:10).

Jesucristo: “He aquí que vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar...” (Apocalipsis 22:12).

 

Toda rodilla debe doblarse ante Jehová; pero toda rodilla debe doblarse ante Jesucristo:

 

Jehová: “Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblara toda rodilla, y jurará toda lengua” (Isaías 45:23).

Jesucristo: “... todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque está escrito: Vivo yo, dice el Señor. Que ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua confesará a Dios” (Romanos 14:10-11).

 

Jehová es al Juez; pero vemos que el Juez es Jesucristo:

 

Jehová: “Y los cielos declararán su justicia, porque Dios es el Juez” (Salmo 50:6; 75:7).                                    

Jesucristo: “Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre” (Juan 5:22-23).

 

Jehová es la Roca de salvación; sin embargo es Jesucristo la Roca:

 

Jehová: “Él es la Roca… la Roca de su salvación… la Roca que te creó.. (Deuteronomio 32:4, 15, 18).                  

Jesucristo: “… porque bebían de la Roca espiritual que los seguía, y la Roca era Cristo” (1ª Corintios 10:4) y “… Piedra de tropiezo y Roca que hace caer” (1ª Pedro 2:8).

 

El que ha de venir es el Todopoderoso, el Alfa y la Omega (el primero y el último), el que es y el que era, o sea el eterno Dios; pero si lo escudriñamos un poco nos daremos cuenta que es el Señor Jesucristo:

 

Véase los textos siguientes: (Apocalipsis 1:7-8; 2:8; 4:8; 11:16-17; 21:5-7; 22:12-13, 20).

 

CONCLUSIÓN

 

Jesucristo es Dios: Hemos notado que existía desde la eternidad como Dios, aún antes de su Encarnación, y continuó siéndolo, y lo seguirá siendo.

Por lo cual se le debe honrar como tal.

“... El que no honra al Hijo, no honra al Padre...” (Juan 5:22-23).

 

 

EL ESPÍRITU SANTO, PERSONALIDAD Y DEIDAD

 

Aunque haya quienes digan que el Espíritu Santo es solo la fuerza activa de Dios y nada más; nosotros vemos en la Palabra de Dios que es algo más que esto.

1) El Espíritu Santo es una Persona.

2) El Espíritu Santo es Dios.

 

1) EL ESPÍRITU SANTO ES UNA PERSONA

 

¿Qué entendemos por persona?

Una persona se caracteriza porque tiene: Intelecto, sentimientos y voluntad:

Intelecto: Capacidad de razonar, inteligencia.

Sentimientos: Siente, tiene emociones, etc.

Voluntad: Puede decidir.

 

Una fuerza activa no tiene nada de esto.

 

TIENE INTELECTO.

 

Tiene sabiduría, inteligencia y ciencia:

 

(Éxodo 31:1-5) “... lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en toda ciencia y toda arte...”.

(Isaías 11:2) “Y reposará sobre él, el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová”.

 

Conoce y enseña:

 

(1ª Corintios. 2:10-13) “Pero Dios nos la reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios ... nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios ... hablamos, no con palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu...”.

 

(Nehemías 9:20) “Y enviaste tu buen Espíritu para enseñarles, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste para la sed”.

 

(Juan 14:26) “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.

 

TIENE SENTIMIENTOS

 

Temor de Jehová:

 

(Isaías 11:2) “Y reposará sobre él, el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová”.

 

Tiene amor:

 

(Romanos 15:30) “Pero os ruego hermanos por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios”.

 

Se enoja:

(Isaías 63:10) “Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Santo Espíritu...”.

 

Consuela:

(Juan 14:16) “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre”.

 

Se entristece:

(Efesios 4:30) “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”.

 

TIENE VOLUNTAD

 

Quiere, desea:

(1ª Corintios 12:11) “Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere”.

 

Ordena

(Hechos 8:29) “Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a este carro”.

 

Prohíbe:

(Hechos 16:7) “Cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió”.

 

REALIZA OBRAS DE PERSONA

 

Enseña y recuerda:

(Juan 14:26) “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.

 

Da testimonio:

(Juan 15:26) “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí”.

 

Convence:

(Juan 16:7-8) “... Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”.

 

Habla y ordena:

(Hechos 8:29) “Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro”.

 

(Hechos 10:19) “Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan”.

 

(Hechos 13:2) “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado”.

 

Guía:

(Romanos 8:14) “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”.

 

(Juan 16:13) “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.

 

Intercede y ayuda:

(Romanos 8:26-27) “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”.

 

Escoge y envía:

(Hechos 13:2) “…dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado”.

 

(Hechos 20:28) “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre”.

 

Juzga:

(Hechos 15:28) “Porque ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias”.

 

SE LE TRATA COMO PERSONA

 

Se le puede blasfemar:

(Mateo 12:31) “... la blasfemia contra el Espíritu Santo no le será perdonada”.

 

Se le puede enojar:

(Isaías 63:10) “Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Santo Espíritu...”.

 

Se le puede mentir:

(Hechos 5:3) “... para que mintiese al Espíritu Santo; y sustrajeses del precio...”.

 

Se le puede resistir:

(Hechos 7:51) “… Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros”.

 

Se le puede entristecer:

(Efesios 4:30) “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”.

 

Se le puede afrentar:

(Hebreos 10:29) “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?”.

 

EL ESPÍRITU SANTO ES DIOS

 

Consideraremos el tema en tres puntos:

a) Tiene nombre de Dios. b) Tiene atributos de Dios. c) Hace obras de Dios.

 

a) TIENE NOMBRE DE DIOS

 

(2ª Corintios 3:17) “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”.

 

(2º Samuel 23:2-3) “El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua. El Dios de Israel ha dicho, me habló la Roca de Israel: Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios”.

(El Trino Dios habló)

 

(Hechos 5:3-4, 9) “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, ... No has mentido a los hombres, sino a Dios.

       Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti”.

(Mentir al Espíritu Santo v. 3,  equivale a mentir a Dios, en el v. 4)

 

Al ser templo del Espíritu Santo, lo somos de Dios:

 

(1ª Corintios 3:16) “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”.

 

(1ª  Corintios 6:19) “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”.

 

(2ª  Corintios 6:16) “¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”.

 

Al considerar los pasajes que siguen, podemos hacernos la pregunta siguiente: ¿Quién habló Dios, o el Espíritu Santo?

 

(Isaías 6:8-9) “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis”.

 

(Hechos 28:25-26) “… Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis”.

 

(Jeremías 31:31-34) “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto... Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; ... y no me acordaré más de su pecado”.

 

(Hebreos 10:15-17) “Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Este es el pacto que haré con ellos... Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones”.

 

 

b) TIENE ATRIBUTOS DE DIOS

 

OMNISCIENCIA:

(Isaías 40:13-14) “¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia?”.

 

(1ª Corintios 2:10-11) “... porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios”.

 

OMNIPRESENCIA:

(Salmo 139:7-8) “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a...”.

 

(1ª Corintios 3:16) “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”.

 

OMNIPOTENCIA:

(Zacarías 4:6) “...No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”.

 

(Romanos 15:19) “Con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios...”.

 

VERACIDAD:

(Juan 16:13) “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad...”.

(1ª Juan 5:6) “...Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad”.

 

Eternidad:

(Hebreos 9:14) “...mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios...”.

 

c) HACE OBRAS DE DIOS

 

LA CREACIÓN:

(Job 33:4) “El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida”.

 

(Job 26:13) “Su espíritu adornó los cielos...”.

 

(Salmo 104:30) “Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra”.

 

LA SANTIFICACIÓN:

(2ª Tesalonicenses 2:13) “...mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”.

 

(1ª Pedro 1:2) “Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo...”.

 

(1ª Corintios 6:11) “...ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios”.

 

LA REGENERACIÓN:

(Juan 3:5) “...el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”.

 

(Tito 3:4-6) “...por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo...”.

                                                                                                                                                   

LA RESURRECCIÓN:

(Romanos 8:11) “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”.

 

CONCLUSIÓN

 

El Espíritu Santo es mucho más que una fuerza activa; es una Persona divina. El Espíritu Santo es Dios.

 

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"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre,

Para que seamos llamados hijos de Dios"

1a Juan 3:1.

 

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