CONOCIENDO LA DOCTRINA BÍBLICA
OCUPACIÓN DEL CRISTIANO
a) Los dones, el servicio y el ministerio:
Dios ha dado dones a los hombres, nos ha dado capacidades, y así, cada uno conforme al don que Dios le ha dado, debemos servir en la iglesia local. De tal forma que Dios sea glorificado (1ª Pedro 4:10-11). Cada uno debe ocupar el lugar que le corresponde en la iglesia, sin que nadie menosprecie a los demás hermanos, porque todos somos necesarios en la iglesia (1ª Corintios 12).
b) En los quehaceres diarios:
El ama de casa con sus tareas. El trabajador en su lugar de trabajo. Si se hace con una actitud correcta se está sirviendo al Señor (Efesios 6:5-9). Los siervos obedeciendo a los dueños y sometiéndose aún a los más difíciles de soportar (1ª Pedro 2:18). Es un tremendo privilegio del cual muchas veces no somos conscientes. Si trabajamos como lo haríamos si fuera por Cristo, de buena voluntad y sin hipocresías. Esto merecerá la aprobación de Dios (1ª Pedro 2:19), y del Señor recibiremos la recompensa, ya que a Cristo el Señor servimos, cuando servimos a nuestros dueños (Colosenses 3:22-24). A los amos también les toca su parte (Efesios 6:9).
No lo olvidemos: En la casa, en el trabajo, o en la escuela, tomando una actitud correcta, estamos sirviendo al Señor.
c) Hablando a otros de Cristo:
El cristiano debe aprovechar las oportunidades que Dios le brinda para hablar a otros de Cristo. El Señor Jesús dijo al endemoniado gadareno, una vez fue sanado: “Ve y cuenta a los tuyos cuan grandes cosas ha hecho Dios contigo”.
Hablemos a otros de Jesús, para que ellos también puedan llegar a conocerle. El privilegio de anunciar el Evangelio, no lo ha concedido Dios a los ángeles, sino a los hombres y como tú y yo, y todos aquellos que hemos depositado nuestra fe en Él. Esta es la llamada gran comisión: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura…” (Marcos 16:15).
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"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre,
Para que seamos llamados hijos de Dios"
1a Juan 3:1.
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