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CONOCIENDO LA DOCTRINA BÍBLICA

 

c) En torno a la salvación

 

LA REDENCIÓN

 

Redimir o rescatar, otra palabra interesante que significa:

Libertar o sacar de la esclavitud al esclavo, mediante el pago de un precio, “el rescate”.

Esto era muy común en la civilización greco-romana.

También era conocido en el mundo del Antiguo Testamento. Así tenemos al “goel”, o sea, “redentor”, que podía rescatar fincas que se habían perdido. En el libro de Rut tenemos la hermosa historia de cómo Booz actuó como “goel” a favor de Noemí y Rut.

El Señor Jesucristo fue el gran Redentor (“goel”) de la humanidad, el único que pudo pagar el precio del rescate.

“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Marcos 10:45).

 

“Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” (Tito 2:13-14).

 

“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Colosenses 1:14).

 

Todos nosotros éramos esclavos del pecado antes de aceptar a Cristo como nuestro Salvador (Juan 8:34).

 

Esclavos de iniquidad, como hemos visto en (Tito 2:13-14).

 

Esclavos del sistema legal (Gálatas 4:21 - 5:1) (Gálatas 4:4-5).

 

Esclavos del diablo a quién Cristo venció con su muerte en la cruz (Hechos 26:18) (Efesios 2:2), a quien Cristo venció con su muerte en la cruz (Hebreos 2:14-15).

 

Esclavos del temor a la muerte (Hebreos 2:15).

 

Esclavos de una vida vacía (1ª Pedro 1:18).

 

Cristo nos redimió para Dios de todo lugar.

“Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5:9-10).

 

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"Mirad cuál amor nos ha dado el Padre,

Para que seamos llamados hijos de Dios"

1a Juan 3:1.

 

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